Esta tarde de invierno es fría, tal vez la más fría de todo el año. Hoy los pájaros no salieron a cantar por la mañana, se preocuparon en buscar un lugar más cálido para pasar la noche.
Hay vaho saliendo de mi nariz y boca. Cada respiro y aliento... Cada palabra que pronuncio va acompañada por una cantidad de vapor.
Mis pies están fríos… En realidad todo mi cuerpo tiembla un poco. Abundante ropa y 3 cobijas para no enfermar. ¿Acaso hoy será una noche solitaria y monótona? Todo parece indicarlo… Todo parece serlo, hasta que llegas tú.
Amor hoy terminaste tus rondas temprano – Le dije.
Y tal como llegas, te escabulles por debajo de las cobijas, poniendo tu cabeza en mi pecho. Somos cómplices de una noche única. Pura oscuridad, pero puedo ver tu sonrisa.
Hay algo en la noche que nos hace ser diferentes, pero aun así... Somos los mismos ¿no? Tantas historias hay sobre seres extraños que salen a rondar por la noche y tal vez sea así.... O puede ser que en la oscuridad recae más la tentación... No somos malvados ni demonios, tan solo no queremos estar solos.
Cómplices de un crimen, pues ayer juntos decidimos matar al tiempo, y hoy... La eternidad ya investiga donde lo enterramos.... La noche más fría del año y tú a mi lado. Nosotros desnudos y en realidad no sentimos el frío ¿Temblamos? Si... Y mucho, pero por diferentes razones.
Nuestra habitación como la escena del crimen, seremos prófugos de amor.
