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jueves, 10 de marzo de 2011

En mi avión de papel

Volemos bajo el cielo multicolor, sobre las ciudades flotantes. Volemos con las palmas extendidas, sin timón o volante.
En un sábado por la mañana, lejos de los polvos que me irritan, sobre los mares violetas, sobre el reflejo de nuestro saludo.
Volemos sobre lo que piensen de mi o de ti, donde los rayos nos den calor extremo, tan alto que nos falte aire; Donde la luna ya no se ve como un botón pequeño.
Volemos sin miedo, alas o plumas. Arriba de todos, abajo del mayor misterio. Donde las aves se esconden y festejan, donde algún Dios forja su rayo.

Cada vez más elevados, cada vez más cerca de las personas que ya no vemos. Más cerca de donde residen los pecados, en donde llegan nuestros suspiros en busca de calma cuando la necesitamos.

Llegamos tan alto, que lo siguiente es dejarnos caer y planear de regreso en un avión de papel. Para ver todo lo que hemos subido y con suerte bajar con menos preocupaciones.

lunes, 7 de marzo de 2011

Recuerdo que sus manos encajaban perfectamente en las mías, como si simbolizara que en verdad me completaba, que era mi otra mitad ¿Y ahora? ¿Quién iba a decir que soy feliz con otra mujer con manos tan diferentes a las nuestras?

Curioso.

-Armando-

¿Un pájaro o una piedra?

Creí haber confundido una piedra con un pájaro; A lo lejos me pareció verla caer, juré que llegó volando... Guardó sus alas y se quedó inmóvil.
Desde lejos, aventé un pedazo de papel para ver su reacción - Siendo pájaro, volaría en muestra de espanto, siento piedra... Me sentiría avergonzado - y al hacerlo, no obtuve nada, ni siquiera un movimiento en falso.

"¡No puede ser! En verdad confundí una piedra con un pájaro, es ilógico... Surreal. Podría hacer un cuadro que lo representara y seguro llegaría a la cima"


¿Han visto como las sombras suelen jugarnos trucos? Para mí, esa piedra era un pequeño pajarito con un pico muy sutil y una cabeza redonda, sólo posando.
Y como mi vista ya no anda tan bien y dejé mis lentes en casa, volví a intentarlo... Ésta vez, con una orilla de pan - Y si preguntan de dónde la saqué... Pues de mi sandwich... Cough cough... - Supuse que siendo un pajarito, correría a comer antes de que otras aves le ganaran el pedazo... Apunté y lancé.
Y como en cámara lenta lo pude ver todo.. La trayectoria, la parábola... ¡Y di al blanco, le pegué a la piedra o pájaro o lo que sea!

Pero nada sucedió.

¿Mi graduación habrá aumentado? En verdad debería ir a revisar mis ojos, me paré, comencé a caminar y alejarme pero no pasaron ni 10 pasos cuando escuché un sonido un tanto raro pero de alguna manera... Familiar. Volteé la mirada y vaya sorpresa... La piedra ya no estaba... Y la orilla de pan, se había desintegrado.