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miércoles, 9 de junio de 2010

Impulso.

Todo ésto es tan real pero a la vez no lo es.

Estás a Kilómetros de distancia.
Y por más que haga berrinches, llore y pataleé, no aparecerás mágicamente a mi lado.
Desearía que así sucediera... Pero no es tan simple.

Me haces perder la cordura.
Tus palabras.
Tus imágenes.
Tu manera de hablar.

¿Por qué?

Basta con una caricia en mi piel o un murmullo en mi oído para que me quiebre.
Ayer lo lograste... Una vez más.
Elevaste mi temperatura hasta el tope.
Juraría que estuviste a mi lado, contándome otra de tus aventuras al oído.

Juraría que cuando me desperté.
No habían pasado ni 10 minutos desde que tú te levantaste y saliste por la puerta principal. Dejando un rastro de tu presencia... De que el día de ayer, compartimos la noche.
De que el día de ayer, fuiste mía.

Ahora sólo queda esperar.
Y esperar-te.
"Estás a Kilómetros de distancia. Y por más que haga berrinches, llore y pataleé, no aparecerás mágicamente a mi lado. Desearía que así sucediera... "

Pero joder... Es tan real como las notas pícaras y placenteras que has dejado registradas en mi número telefónico.


-Armando-

2 comentarios:

kar ireth dijo...

Talvez termines por hacer el berrinche correcto para que aparezca...

talvez sean necesarias mas de una tarjeta de recarga para hacer una coleccion de notas pícaras...

pero talvez solo es necesario que contestes IGUALMENTE

Shhhh...

Mr. Faraday dijo...

Me recordó un poco a cuando estaba en la primaria; no recuerdo como llegamos al tema pero mi maestra me dijo, que si yo extrañaba a una persona, tenía que llorar, gritar su nombre y con más fuerza lo hiciera, más rápido se aparecería frente a mí.

Quizá estuviera dolida, pero a mí me funcionó una vez. Y creeme, ya no quiero que vuelva a suceder.

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