rss
email
twitter
facebook

lunes, 7 de diciembre de 2009

AjitragalLagartija

Tengo una pequeña amiga. Una amiga muy bonita. Es blanca y tiene ronchitas. Ojos saltones y amarillos. Sus piesitos son pegajosos, al igual que sus manitas. Me gusta tocarla y que me toque. Sentir sus extremidades superiores en mi cara... O en mi estómago.

Es bien picaresca y juguetona. A veces cuando voy caminando por mi casa, de repente cae del cielo en mi cabeza. Rebota y de mi hombro se abre un paso hacía el suelo. Ya sea por el brazo izquierdo hasta la palma de mi mano y después al piso. O simplemente se sigue sintiendo kamikaze y sale disparada a esconder su pequeño cuerpo de nuevo.

Cuando me estoy bañando, también está conmigo. Cierro mis ojos mientras me enjabono y cuando recobro la mirada, ella está ahí. Desnuda como siempre recagada en la pared, donde puede mojarse un tantito. Pero solo poquito, por que no sabe nadar muy bien todavía.

No dudo que en unos años sea una experta. Tiene un gran sentido de la libertad y no le tiene miedo a los humanos... Almenos no a mí. Por que cuando mi madre abre la puerta y estoy yo acariciándola, sale disparada y se esconde bajo mi almohada, donde nadie puede hacerle daño.

La verdad todo sucedió muy rápido... Y a veces me duele mucho. Sé que es estúpido pero como sabrán tengo un gran cariño por los animales/reptiles o cualquier ser viviente. Me encariñé con una lagartijita por unos cuantos días... Al principio la tuve por estar maravillado.

Hoy la dejé ir... y ya la extraño.


-Armando-

0 comentarios:

Publicar un comentario